lunes, 14 de febrero de 2011

Ladrones y rateros

Luis Armando Mendoza Leciano

Andrés Manuel López Obrador los definió certeramente. Unos son ladrones, los otros rateros. Así se refirió el ex candidato presidencial del PRD a la Presidencia de la República a los priístas y panistas.
A lo largo de la historia de este país han sido documentados los casos de corrupción más grandes bajo gobiernos priístas.
Ahora, en los únicos dos gobiernos panistas en Los Pinos el saqueo ha sido en verdad escandaloso. Desde las famosas toallas de Marthita Sahagún con Vicente Fox hasta el tráfico de influencias para la adjudicación de contratos a las empresas de la familia de Juan Camilo Mouriño, el funcionario consentido del Presidente Calderón.
Ahora, una vez más, se ha destapado la cloaca y se ha revelado que Petróleos Mexicanos pagó un sobreprecio de más de 23 millones de dólares por la renta de cinco buques, según un informe de la Secretaría de la Función Pública dado a conocer recientemente.
Nada se sabe de que alguien haya sido castigado por ninguno de estos sonados casos de corrupción que, como bien dice Andrés Manuel López Obrador, son latrocinios y raterías cometidos por ladrones y rateros.

Relinchitos

PUES CON LA revelación del monto de los recursos que se destinan anualmente a cada uno de los inquilinos del penal de San Francisco Kobén ahora habrá que cambiarle de nombre a ese centro de readaptación social por el de Kobén Resort and Spa. Con los 234 mil pesos anuales que se destinan a cada interno seguramente el menú diario en ese penal ha de ser arracheras y los reos han de dormir en camas king zise con derecho a una hora en el baño de vapor y un masaje.
EL TODAVIA presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Rogelio Hoil Canul, ese que dice que todos los periodistas son unos “chayoteros”, negó que gracias a su posición como dirigente empresarial obtiene del gobierno contratos de obras y adquisiciones de materiales. ¡Qué cinismo! En cambio, demuestra una gran habilidad para ocultar el destino de los recursos del Fideicomiso del 2 por Ciento, alrededor de 50 millones de pesos, que los empresarios afiliados al CCE manejan cada año sin rendirle cuentas a nadie. Dice que ese recurso se destina a proyectos del Consejo Coordinador Empresarial de Carmen y Campeche, pero no precisa qué proyectos son ni mucho menos cómo esos proyectos benefician a la población.