domingo, 2 de noviembre de 2014

Calaveritas 2014



Por Luis Armando Mendoza Leciano.

 

 

 

Edgar Hernández

 

Aferrado en ser alcalde

murió Garo el diputado

después de ser destapado

candidato a la alcaldía

le hizo falta simpatía

e hizo campaña en balde

 

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Renato Sales

 

La Catrina lo secuestró

por querer pasar por santo

y se lo llevó al camposanto

Hasta ahí llegó Renato

él quiso ofrecer un trato

y Catrina lo sepultó

 

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Jackson Villacís Rosado

 

A Jackson se lo llevó

la huesuda sin decoro

por confundir un meteoro

y pronosticar un meteorito

¿sería un meteoro chiquito?

dijo en burla, y lo enterró

 

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Roberto Sarmiento

 

Estaba en Palacio Sarmiento

cuando llegó por él la Parca

Dijo: “éste mucho abarca

y me lo llevó pa’dentro”

quiso huir en una barca

¿a dónde te me vas Roberto?

 

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Miguel Sulub Caamal

 

Se petateó Miguelito

y ya está en su sepulcro

con su copete bien pulcro

y estrenando zapatito

Se le frustró ser diputado

“¡Qué lástima Margarito!”

 

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Raúl Pozos

 

Por presumir obras ajenas

Catrina se llevó a Pozos

Hoy yace inerte y sin reposo

aunque tuvo las bolsas llenas

supo hacer un buen negocio

pero a su cuñado hizo socio

y hoy solito vaga en pena

 

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Ana Martha Escalante

 

Era alcaldesa de Campeche

y no le importó a la huesuda

por más que le pidió ayuda

se perdió entre tanto bache

“Esta ya me tiene harta”,

dijo, y encerró a Ana Martha

en un ataúd con remache

 

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Fernando Ortega Bernés

 

A Fernando Ortega “Purux”

hoy le dieron sepultura

estando en la gubernatura

llegó por él un alux

Le dijo: “vengo a llevarte,

no me opongas resistencia,

ya una vez te escapaste

estando en la Presidencia”

 

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Alejandro Moreno Cárdenas

 

Muy coqueta la calaca

a “Alito” le hizo un guiño

Dijo: “Tiene cara de niño

y futuro en la polaca”

Muy astuta y muy “grilla”

la calaca esparció el rumor

“Alito” estará en la silla

como nuevo gobernador

 

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Enrique Rosado Méndez

 

Por saquear a los Piratas

se llevó al Gordo Rosado

Catrina se lo llevó a gatas

¡El gordo está muy pesado!

Antes de ser sepultado

traficaba beisbolistas

luego regenteó a porristas

y se volvió el lenón Rosado.

 

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domingo, 19 de octubre de 2014


Crónica de un informe
 
De verónicas, chicuelinas y estocada
 
Por Luis Armando Mendoza Leciano.
 
En términos taurinos, para el diputado federal Alejandro Moreno Cárdenas fue una tarde redonda. Cosechó rabo y orejas, dio la vuelta al ruedo y sólo faltó que saliera en hombros, como los toreros cuando el juez de plaza les otorga el triunfo. Picó y picó al toro hasta que se le entregó y pudo meter la estocada final.
Fue diestro con las “verónicas”, como cuando reconoció a  “mi hermano, el senador Raúl Pozos Lanz”, a “mi amiga Aracely Escalante Jasso” o a “mi amigo Renato Sales Heredia”.
Pero más diestro fue con las “chicuelinas”, como cuando dijo que “quien navega sin rumbo no llega a ningún lado”.
O cuando dijo: “para conseguir lo que nunca se ha conseguido, tenemos que hacer lo que nunca se ha hecho”.
O cuando apuntó que “sólo acabando bien la tarea de hoy, se puede hacer otras tareas”. Y el respetable público lo premió con aplausos.
Ahí estaban todos, juntos pero no revueltos, los que tenían que estar y hasta los que no.
En primera fila los exgobernadores, entre ellos el décano Don Carlos Pérez Cámara, considerado el tótem de la política campechana. Junto a él, Jorge Salomón Azar García y, lejos, al otro extremo, por aquello de sus desavenencias personales, José Antonio González Curi, con las ausencias notorias de Abelardo Carrillo Zavala y Jorge Carlos Hurtado Valdez.
También en primera fila, la alcaldesa Ana Martha Escalante Castillo, el senador Raúl Pozos Lanz, la directora general del INAPAM, Aracely Escalante Jasso, y el zar antisecuestros, Renato Sales Heredia, los otros que la querían y se quedaron ya en el camino.
Y previo al evento, repartición de abrazos, palmadas en la espalda y besos en la mejilla, todos contra todos, como grandes amigos, sin importar en qué bando estás, como muestra de la unidad priísta a la que el diputado federal Alejandro Moreno Cárdenas hizo alusión en su discurso, cargado de mensajes políticos.
Eran las 12:14 horas cuando Rocío Abreu, Elvia Pérez, Landy Berzunza y Alejandro Moreno arribaron al salón del Centro de Convenciones acompañados de Manlio Fabio Beltrones y Silvano Aureoles.
El maestro de ceremonias anunció entonces la presencia de los cuatro diputados federales y Rocío, Elvia y Landy recibieron el aplauso de los asistentes, pero la ovación fue estruendosa cuando nombró a Alejandro Moreno Cárdenas, quien se mantuvo ecuánime sentado por unos segundos, pero se vio obligado a ponerse de pie para agradecer el tributo de aplausos generalizado. Era apenas la primera de varias ovaciones que le prodigarían sus correligionarios priístas en las poco más de dos horas que duró el evento.
Y siguieron los abrazos, palmadas y besos por 15 minutos más hasta que el maestro de ceremonias anunció, --primero las mujeres--, la presentación de Landy Berzunza, quien en 12 minutos leyó su informe y al bajar del podio dio un mal paso y tuvo que hacer equilibrio para no caer al suelo.
Superado el susto, inició la proyección de un video de 10 minutos con un resumen de su trabajo de gestión, que fue aprovechado por las porras contratadas por Edgar Hernández, el presidente del Congreso local.
Tocó el turno a la diputada Elvia María Pérez, quien rindió su informe al mismo tiempo que en las pantallas gigantes se proyectaba imágenes de su labor legislativa, y agradeció a “Tony”, su esposo el exgobernador de Campeche, “por acompañarme siempre en los momentos más importantes de mi vida”.
Tercera en el orden, Rocío Abreu inició su informe con la proyección de un video de siete minutos y después leyó su mensaje en el que hizo un reconocimiento, el primero de varios que recibió durante todo el evento, al senador Raúl Pozos.
Eran ya las 13:35 horas cuando se anunció la participación del diputado federal Alejandro Moreno Cárdenas, quien subió al podio, pero una nueva ovación estruendosa le impidió comenzar la lectura de su informe.
Se dejó querer y esperó paciente para iniciar la lectura con agradecimientos a la significativa presencia de Guillermo Vergara Martínez, el representante personal del presidente Enrique Peña Nieto, a “mi hermano el senador Raúl Pozos Lanz”, a Manlio Fabio Beltrones, “un campechano que no nació acá, pero que en Campeche lo queremos como si hubiera nacido acá”.
Agradeció a sus padres, a sus hermanos, a su esposa Christelle y a sus dos hijos, Alejandro y Rafael, y aprovechó para anunciar que un tercero viene en camino, lo que provocó que la señora de Moreno se sonrojara.
Alejandro Moreno significó que su informe era una rendición de cuentas “del trabajo que ustedes me encargaron hacer en la Cámara de Diputados”, y subrayó que “sólo acabando bien la tarea se pueden hacer otras tareas”.
No podía faltar, y no faltó, el reconocimiento al “valiente y democrático presidente Enrique Peña Nieto” y a “mi amigo el gobernador Fernando Ortega Bernés”.
Significativa fue también la presencia del perredista Silvano Aureoles, presidente de la mesa directiva de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados, así como de Ivonne Ortega Pacheco, secretaria general del CEN del PRI.
Mientras Rocío, Elvia, Landy y Alejandro rendían sus informes, en pantallas gigantes se proyectaban imágenes de la concurrencia que abarrotó las sillas y gradas colocadas para el evento.
Tomas indiscretas permitían ver de todo, desde el gesto emocionado del gobernador Fernando Ortega por los reconocimientos públicos que le brindaron Landy, Elvia, Rocío, Alejandro, Manlio Fabio Beltrones y Silvano Aureoles, hasta “El Colado” Miguel Sulub, que aprovechaba cada ocasión que las cámaras enfocaban a Manlio Fabio para asomarse desde el asiento de atrás y colarse en el video.
Habló de la unidad de los priístas que juntos han logrado muchas cosas y juntos pueden lograr muchas más, frente a los tiempos de sueños y esperanzas y de retos y desafíos que se viven.
Y, para que no quede dudas de lo que hablaba, remató: “Tengo claro cuál es el camino y juntos vamos a lograrlo”. Y, entonces sí, el aplausómetro reventó.

martes, 2 de septiembre de 2014

Marca corrupción gestión de Renato como procurador


 

+ Salen a la luz más anomalías cometidas por Roberto Cabrera Alfaro, el hombre fuerte del ex procurador campechano

 

+ Consintió Sales Heredia desvíos de millonarios recursos mediante la simulación de compra de equipos y armamento.

 

Por Luis Armando Mendoza Leciano.

 

Con Renato Sales como procurador, en la Procuraduría General de Justicia del Estado no sólo permeó la corrupción, con su conocimiento y consentimiento, sino que se ocultaron casos de secuestro y el hallazgo de una narcofosa en la que fueron encontrados al menos ocho cuerpos, además de que se utilizaron “chivos expiatorios” para resolver sonados casos de homicidio.

Incluso, Renato Sales engañó al gobernador Fernando Ortega Bernés, a quien hizo creer la adquisición de equipos que en realidad fueron donaciones a la PGJE, como es el caso de una unidad móvil de detección con rayos X, donada por la PGR.

El jueves 30 de marzo de 2011, en el marco de la Décima Primera Sesión Ordinaria del Consejo Estatal de Seguridad, efectuada en el Centro de Convenciones Carmen XXI, el gobernador Fernando Ortega Bernés, puso en operación una unidad móvil de detección con rayos X, con la más alta tecnología, con un valor superior a los 23 millones de pesos,  así como equipamiento por más de seis millones de pesos en materia de radiocomunicación, un detector molecular de drogas, de bombas y explosivos y equipos de protección para los elementos de seguridad  pública.

En esa reunión, en presencia del gobernador Ortega Bernés, Sales Heredia informó que la unidad móvil de detección con rayos X había sido adquirida por la Procuraduría General de Justicia del Estado.

En realidad, ese equipo había sido donado a la PGJE por la Procuraduría General de la República mediante la firma de un convenio.

Incluso, en el evento, en el que tomó protesta a los integrantes del Consejo Consultivo Ciudadano de Seguridad Pública, el gobernador Ortega Bernés agradeció públicamente al titular de la PGR, “por su respaldo invaluable, para poder poner en funcionamiento a partir del día de hoy, una unidad  móvil de detección con rayos X, con la más alta tecnología, con un valor superior a los 23 millones de pesos”.

Poco más tarde, el mandatario estatal hizo entrega de equipos de radiocomunicación, de un detector molecular de drogas, bombas y explosivos, así como equipos de protección para los elementos de seguridad pública.

Ahí, el gobernador Ortega Bernés recibió una explicación de los alcances y características de la unidad móvil de detección con rayos X que se pondría en operación y que el procurador Sales Heredia había dicho que fue adquirida mediante una inversión de cinco millones de pesos.

La explicación sobre la operación y funcionamiento de esa unidad móvil estuvo a cargo de Roberto Cabrera Alfaro, a quien Sales Heredia convirtió en el poder tras el trono en la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Lo cierto es que el camión detector de rayos X nunca operó y poco tiempo después fue desmantelado en el taller Reparaciones Diesel, S.A. de C.V. (Rediesa), ubicado en la colonia El Guanal, en la zona conocida como La Puntilla, en Ciudad del Carmen, propiedad de Ernesto “Pimpi” Manjarrez Alegría, pariente cercano de Sales Heredia.

El envío de la unidad móvil a ese taller para su desmantelamiento fue reportado a la Dirección General Técnica Administrativa de la PGJE, a cargo de la licenciada Verónica María Becerra Godínez, por el entonces titular de la Subprocuraduría con sede en Ciudad del Carmen, Daniel Martínez.

Sin embargo, lo más grave es que la unidad móvil de rayos X está dotada de una cápsula radiactiva, que puede ser peligrosa si no se tiene experiencia en su manejo, además del riesgo que representa para la población.

En los tiempos de Renato Sales al frente de la PGJE se dieron otras muchas irregularidades, como el cambio del tipo de armamento y la adquisición, a precios inflados, de armas tipo Beretta en lugar de las Glock que se habían utilizado siempre y que, según expertos en armas, eran más adecuadas para el tipo de trabajo, además de que su costo es menor.

Sospechosamente, poco antes de la compra de ese nuevo armamento se registró un incendio en la armería de la PGJE, en el que armas cortas y largas, fornituras, chalecos antibalas, cascos y escudos de protección quedaron reducidos a cenizas. Extrañamente nunca se informó oficialmente las causas del incendio.

Aunque durante la gestión de Renato Sales siempre se negó la existencia de casos de secuestro, la verdad es que tan sólo en 2012 se registraron un total de 12 casos que nunca se dieron a conocer.

Sin tener un cargo específico en la PGJE ni experiencia policiaca, Roberto Cabrera Alfaro intervenía en todo, hasta en los operativos que realizaba la Policía Ministerial.

Debido a eso un agente del área de Inteligencia, sin experiencia en operativos policiacos, fue herido en un enfrentamiento armado, en un operativo mal planeado por Cabrera Alfaro.

El enfrentamiento armado ocurrió en la colonia 23 de Julio, en Ciudad del Carmen, en donde fue descubierta una narcofosa en la que se encontraron por lo menos ocho cuerpos que jamás fueron identificados.

Desde que Sales Heredia rindió protesta ante el Congreso del Estado como procurador de Campeche, Cabrera Alfaro fue como su sombra, siempre estaba detrás de él.

viernes, 22 de agosto de 2014

Matar al mensajero

Por Luis Armando Mendoza Leciano.
 
Matar al mensajero, una costumbre que según algunos historiadores data del siglo VIII y que consiste en matar al portador de malas noticias, se ha arraigado a lo largo de la Historia.
Suele aplicarse en forma despiadada, afortunadamente de manera figurada, contra quienes rompen paradigmas y tabúes, como el derrumbar de su pedestal a ídolos de barro.
Así sucede cuando se desnuda la verdadera cara de algún personaje investido en un halo de falsas virtudes, como es el caso del zar antisecuestros, Renato Sales Heredia.
Sólo así se entienden las descalificaciones de algunas personas, muy pocas por cierto, por haber publicado hechos que involucran al ex procurador campechano en actos de corrupción permitida.
Sólo así se entiende que se pretenda descalificar la información publicada, como si el autor fuera culpable de los actos de corrupción de quien los comete.
Sólo así se entiende que el fanatismo hacia un personaje se convierta en odio contra quien derrumba a su ídolo de su pedestal.
Olvidan quizá que la mentira termina descubriéndose y que la verdad siempre sale a la luz, aunque a veces duela.
Por eso quizás no se refuta con argumentos, sino con descalificaciones sin sentido que sólo exhiben a quien las vierte.
Por eso quizá también se recurre a la opción fácil de matar al mensajero, aunque la verdad sobreviva a cualquier descalificación.

jueves, 21 de agosto de 2014

Solapa Renato Sales corrupción en PGJE


Solapa Renato Sales

corrupción en PGJE

 

Por Luis Armando Mendoza Leciano.

 

En su paso como procurador de Campeche, de 2009 a 2013, Renato Sales Heredia solapó actos de corrupción en perjuicio de los erarios estatal y federal.

En esos tres años, en la Procuraduría General de Justicia del Estado se desviaron recursos estatales y federales, desaparecieron equipos y hasta vehículos decomisados.

Según un reporte oficial, el responsable de esas anomalías es Roberto Cabrera Alfaro, un tipo al que Sales Heredia trajo de la ciudad de México y al que otorgó poder absoluto en la Procuraduría General de Justicia del Estado, al grado de que todos, incluidos los subprocuradores tenían que rendirle cuentas.

Incluso cuando Sales Heredia acordaba con cualquier funcionario de la PGJE Cabrera Alfaro tenía que estar presente.

Cabrera Alfaro hizo y deshizo en  la PGJE, al grado de que dispuso a su antojo de los recursos de la PGJE para el supuesto pago de servicios a “informantes”, e incluso de fondos federales aportados por la Secretaría de Gobernación, entre ellos del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), del Subsidio para el Otorgamiento de Apoyo a las Entidades Federativas en Materia de Seguridad Pública (PROASP) y del Subsidio a las Entidades Federativas para el Fortalecimiento de sus Instituciones de Seguridad Pública en Materia de Mando Policial (ASP).

También, Cabrera Alfaro simulaba contratar la impartición de cursos por los cuales la PGJE pagaba cientos de miles de pesos a la empresa Valfoy S.A. de C.V.

En ese negocio estaban involucrados otros funcionarios de la Procuraduría y aunque esas irregularidades fueron detectadas incluso en auditorías practicadas por la Secretaría de la Contraloría, nunca pasó nada, ya que Sales Heredia defendió siempre a Cabrera Alfaro.

Poder tras el trono con Sales Heredia, Cabrera Alfaro tenía facultades para autorizar supuestos operativos policiacos que nunca se realizaban, pero por los cuales disponía también de cientos de miles de pesos sin comprobar.

Asimismo, cada mes Cabrera Alfaro desviaba mensualmente 350 mil pesos en vales de gasolina que cambiaba en efectivo en una gasolinería cercana a la PGJE, mediante el pago de una comisión del 10 por ciento del monto total.

Además, Cabrera Alfaro sustrajo decenas de artículos de la bodega de bienes decomisados de la PGJE, ubicada en el barrio de San Román.

Todavía más, en 2012 Cabrera Alfaro fue detenido por militares en el aeropuerto de la ciudad de México cuando viajaba con una maleta con 600 mil pesos que no pudo justificar, así como equipo reservado para uso del Ejército en tareas de espionaje e intervención telefónica.

En esa ocasión, Cabrera Alfaro se identificó, sin serlo, como secretario particular del procurador de Campeche, y Sales Heredia intercedió ante un alto mando del Ejército para que fuera dejado en libertad.

Cabrera Alfaro operaba desde una oficina denominada Unidad Piloto, establecida en un edificio ubicado en el Circuito Baluartes entre las calles 8 y 10 del centro histórico de la ciudad de Campeche.

Ahí, a pesar de que la PGJE no contaba con suficiente personal, Cabrera Alfaro disponía de 30 elementos para sus asuntos personales.

Cabrera Alfaro vivía en una vivienda rentada, pero tenía además a su disposición otras tres casas que no se sabe a ciencia cierta para que las utilizaba, una en el fraccionamiento Bosques de Campeche, dotada con cámaras de vigilancia, otra en el fraccionamiento Bugambilias y una más en un fraccionamiento cercano a la Secretaría de Seguridad Pública, en la esquina de la avenida Lázaro Cárdenas.

Dicen algunas personas que lo conocen y han trabajado con él, que Cabrera Alfaro es un tipo capaz de matar para alcanzar sus objetivos.

A Cabrera Alfaro se vio involucrado, en 2010, con la muerte del taxista José Luis Flores Rosado, quien había sido sometido a tortura en los separos de la Subprocuraduría de Justicia con sede en Ciudad del Carmen, y por la cual fue destituido el entonces subprocurador Eric Cícler Zavala.

Por el homicidio de Flores Rosado se abrió la averiguación previa CAP-0419/9ª/2010, pero el procurador Sales Heredia ordenó que en la misma no se mencionara a Cabrera Alfaro, a pesar de que fue uno de los directamente involucrados en la tortura del taxista.

En el caso sólo se responsabilizó a cuatro agentes judiciales, tres de los cuales están en prisión y uno más se encuentra prófugo.

De comportamiento siniestro, hablar lento y mirada perdida, Cabrera Alfaro realizaba labores de espionaje contra los campechanos, incluidos funcionarios públicos y políticos, que viajaban por vía aérea desde Campeche.

Para ello, Cabrera Alfaro enamoró a una empleada del área de boletaje de Aeroméxico, quien le informaba todos los días quiénes viajaban. Era su “modus operandi” para saber los pasos de los políticos campechanos.

De todas esas irregularidades tuvo conocimiento el procurador Sales Heredia, pero nunca hizo nada y Cabrera Alfaro gozó de total impunidad.

 

Una pareja inseparable

 

Hace aproximadamente una década, Renato Sales Heredia conoció a Roberto Cabrera Alfaro y, desde entonces, nunca se han separado.

Por el contrario, su relación es tan fuerte que ahora Cabrera Alfaro funge en Campeche como el “operador político” que impulsa las aspiraciones políticas del zar antisecuestros.

Sales Heredia conoció a Cabrera Alfaro cuando llegó a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, al ser nombrado subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales por el entonces jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador.

Sin preparación académica y sin haber sido nunca empleado de la PGJDF, Cabrera Alfaro fungía como informante o “madrina” de esa corporación, pero a la llegada de Sales Heredia pasó a ser una especie de ayudante en el área de fotocopiadoras. Sin embargo, en la Dirección de Recursos Humanos de la PGJDF no existe ningún antecedente laboral de Cabrera Alfaro.

Unos años después, en 2009, invitado por el nuevo gobernador de Campeche, Fernando Ortega Bernés, a integrarse a su gabinete como procurador de Justicia, Sales Heredia trajo con él a Cabrera Alfaro, a quien convirtió en su hombre fuerte, pero sin figurar en la nómina de la PGJE durante más de un año debido a que carecía de toda documentación.

Fue hasta un año más tarde cuando fue dado de alta como empleado de la PGJE por la Secretaría de Administración e Innovación Gubernamental del Gobierno del Estado, a pesar de no presentar ningún documento, por lo que tampoco existe ningún antecedente laboral de Cabrera Alfaro.

En la Procuraduría General de Justicia del Estado nada se podía hacer sin la autorización de Cabrera Alfaro, lo que generó conflictos con otros funcionarios de la corporación.

A él se atribuye la remoción de los entonces subprocuradores Miguel Angel Chuc López y José Antonio Cotaya Cambranis, así como de la renuncia, en diciembre de 2012, de la Directora General Técnica Administrativa, Verónica Becerra Godínez, quienes se opusieron a las decisiones arbitrarias y las irregularidades administrativas de Cabrera Alfaro.

Los conflictos al interior de la PGJE llegaron a tal grado que en el mismo despacho de Sales Heredia y en su presencia, Becerra Godínez abofeteó a Cabrera Alfaro y le lanzó en la cara una taza que el procurador utilizaba como portalápices.

De militancia perredista al lado de Andrés Manuel López Obrador, en 2012 Sales Heredia ordenó a Cabrera Alfaro trasladar a la ciudad de México varios vehículos decomisados en Campeche, en apoyo a la campaña presidencial del tabasqueño.

Sin embargo, a principios de 2013, invitado por el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, a colaborar con él en el nuevo Gobierno Federal, Sales Heredia renunció al cargo de procurador de Campeche para ocupar la Subprocuraduría Regional de Control de Procesos Federales y Amparo en la PGR.

A pesar de todos sus antecedentes, en esa nueva encomienda Sales Heredia volvió a cargar con Cabrera Alfaro.

Un día, un ex compañero en la Cámara de Diputados alertó a Murillo Karam de la desastrosa gestión de Sales Heredia al frente de la Procuraduría de Campeche.

“Has estado engañado respecto a Renato”, le dijo, y al poco tiempo Sales Heredia fue removido sorpresivamente de su cargo en la PGR y fue entonces que el Presidente Peña Nieto decidió nombrarlo nuevo zar nacional antisecuestros.

Ahora, desde la oficina de la Coordinación Nacional de Combate al Secuestro, Cabrera Alfaro opera políticamente a favor del ex procurador campechano.

Cabrera Alfaro organiza reuniones de Sales Heredia con grupos de la sociedad campechana con la mira puesta en la candidatura del PRI a la gubernatura de Campeche, a pesar de que nunca ha sido priísta.

Para ello cuenta con el apoyo del secretario de Gobierno, Roberto Sarmiento Urbina, quien ignora que fue Sales Heredia quien filtró a la prensa que no aprobó los exámenes de la Prueba de Control de Confianza.

Así, sin que nada importe ni enturbie su relación, desde hace una década Sales Heredia y Cabrera Alfaro permanecen juntos y se convirtieron en una pareja inseparable.