Solapa Renato Sales
corrupción en PGJE
Por Luis Armando Mendoza Leciano.
En su paso como
procurador de Campeche, de 2009 a 2013, Renato Sales Heredia solapó actos de
corrupción en perjuicio de los erarios estatal y federal.
En esos tres
años, en la Procuraduría General de Justicia del Estado se desviaron recursos
estatales y federales, desaparecieron equipos y hasta vehículos decomisados.
Según un reporte
oficial, el responsable de esas anomalías es Roberto Cabrera Alfaro, un tipo al
que Sales Heredia trajo de la ciudad de México y al que otorgó poder absoluto
en la Procuraduría General de Justicia del Estado, al grado de que todos,
incluidos los subprocuradores tenían que rendirle cuentas.
Incluso cuando
Sales Heredia acordaba con cualquier funcionario de la PGJE Cabrera Alfaro
tenía que estar presente.
Cabrera Alfaro
hizo y deshizo en la PGJE, al grado de
que dispuso a su antojo de los recursos de la PGJE para el supuesto pago de
servicios a “informantes”, e incluso de fondos federales aportados por la
Secretaría de Gobernación, entre ellos del Fondo de Aportaciones para la
Seguridad Pública (FASP), del Subsidio para el Otorgamiento de Apoyo a las
Entidades Federativas en Materia de Seguridad Pública (PROASP) y del Subsidio a
las Entidades Federativas para el Fortalecimiento de sus Instituciones de
Seguridad Pública en Materia de Mando Policial (ASP).
También, Cabrera
Alfaro simulaba contratar la impartición de cursos por los cuales la PGJE
pagaba cientos de miles de pesos a la empresa Valfoy S.A. de C.V.
En ese negocio
estaban involucrados otros funcionarios de la Procuraduría y aunque esas
irregularidades fueron detectadas incluso en auditorías practicadas por la
Secretaría de la Contraloría, nunca pasó nada, ya que Sales Heredia defendió
siempre a Cabrera Alfaro.
Poder tras el
trono con Sales Heredia, Cabrera Alfaro tenía facultades para autorizar
supuestos operativos policiacos que nunca se realizaban, pero por los cuales
disponía también de cientos de miles de pesos sin comprobar.
Asimismo, cada
mes Cabrera Alfaro desviaba mensualmente 350 mil pesos en vales de gasolina que
cambiaba en efectivo en una gasolinería cercana a la PGJE, mediante el pago de
una comisión del 10 por ciento del monto total.
Además, Cabrera
Alfaro sustrajo decenas de artículos de la bodega de bienes decomisados de la
PGJE, ubicada en el barrio de San Román.
Todavía más, en
2012 Cabrera Alfaro fue detenido por militares en el aeropuerto de la ciudad de
México cuando viajaba con una maleta con 600 mil pesos que no pudo justificar,
así como equipo reservado para uso del Ejército en tareas de espionaje e
intervención telefónica.
En esa ocasión,
Cabrera Alfaro se identificó, sin serlo, como secretario particular del
procurador de Campeche, y Sales Heredia intercedió ante un alto mando del
Ejército para que fuera dejado en libertad.
Cabrera Alfaro
operaba desde una oficina denominada Unidad Piloto, establecida en un edificio
ubicado en el Circuito Baluartes entre las calles 8 y 10 del centro histórico
de la ciudad de Campeche.
Ahí, a pesar de
que la PGJE no contaba con suficiente personal, Cabrera Alfaro disponía de 30
elementos para sus asuntos personales.
Cabrera Alfaro vivía
en una vivienda rentada, pero tenía además a su disposición otras tres casas
que no se sabe a ciencia cierta para que las utilizaba, una en el fraccionamiento
Bosques de Campeche, dotada con cámaras de vigilancia, otra en el
fraccionamiento Bugambilias y una más en un fraccionamiento cercano a la
Secretaría de Seguridad Pública, en la esquina de la avenida Lázaro Cárdenas.
Dicen algunas
personas que lo conocen y han trabajado con él, que Cabrera Alfaro es un tipo
capaz de matar para alcanzar sus objetivos.
A Cabrera Alfaro
se vio involucrado, en 2010, con la muerte del taxista José Luis Flores Rosado,
quien había sido sometido a tortura en los separos de la Subprocuraduría de
Justicia con sede en Ciudad del Carmen, y por la cual fue destituido el
entonces subprocurador Eric Cícler Zavala.
Por el homicidio
de Flores Rosado se abrió la averiguación previa CAP-0419/9ª/2010, pero el
procurador Sales Heredia ordenó que en la misma no se mencionara a Cabrera
Alfaro, a pesar de que fue uno de los directamente involucrados en la tortura
del taxista.
En el caso sólo
se responsabilizó a cuatro agentes judiciales, tres de los cuales están en
prisión y uno más se encuentra prófugo.
De
comportamiento siniestro, hablar lento y mirada perdida, Cabrera Alfaro
realizaba labores de espionaje contra los campechanos, incluidos funcionarios
públicos y políticos, que viajaban por vía aérea desde Campeche.
Para ello,
Cabrera Alfaro enamoró a una empleada del área de boletaje de Aeroméxico, quien
le informaba todos los días quiénes viajaban. Era su “modus operandi” para
saber los pasos de los políticos campechanos.
De todas esas
irregularidades tuvo conocimiento el procurador Sales Heredia, pero nunca hizo
nada y Cabrera Alfaro gozó de total impunidad.
Una pareja inseparable
Hace aproximadamente
una década, Renato Sales Heredia conoció a Roberto Cabrera Alfaro y, desde
entonces, nunca se han separado.
Por el
contrario, su relación es tan fuerte que ahora Cabrera Alfaro funge en Campeche
como el “operador político” que impulsa las aspiraciones políticas del zar
antisecuestros.
Sales Heredia
conoció a Cabrera Alfaro cuando llegó a la Procuraduría General de Justicia del
Distrito Federal, al ser nombrado subprocurador de Averiguaciones Previas
Centrales por el entonces jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador.
Sin preparación
académica y sin haber sido nunca empleado de la PGJDF, Cabrera Alfaro fungía como
informante o “madrina” de esa corporación, pero a la llegada de Sales Heredia
pasó a ser una especie de ayudante en el área de fotocopiadoras. Sin embargo, en
la Dirección de Recursos Humanos de la PGJDF no existe ningún antecedente
laboral de Cabrera Alfaro.
Unos años
después, en 2009, invitado por el nuevo gobernador de Campeche, Fernando Ortega
Bernés, a integrarse a su gabinete como procurador de Justicia, Sales Heredia trajo
con él a Cabrera Alfaro, a quien convirtió en su hombre fuerte, pero sin
figurar en la nómina de la PGJE durante más de un año debido a que carecía de
toda documentación.
Fue hasta un año
más tarde cuando fue dado de alta como empleado de la PGJE por la Secretaría de
Administración e Innovación Gubernamental del Gobierno del Estado, a pesar de
no presentar ningún documento, por lo que tampoco existe ningún antecedente
laboral de Cabrera Alfaro.
En la
Procuraduría General de Justicia del Estado nada se podía hacer sin la
autorización de Cabrera Alfaro, lo que generó conflictos con otros funcionarios
de la corporación.
A él se atribuye
la remoción de los entonces subprocuradores Miguel Angel Chuc López y José
Antonio Cotaya Cambranis, así como de la renuncia, en diciembre de 2012, de la Directora
General Técnica Administrativa, Verónica Becerra Godínez, quienes se opusieron a
las decisiones arbitrarias y las irregularidades administrativas de Cabrera
Alfaro.
Los conflictos
al interior de la PGJE llegaron a tal grado que en el mismo despacho de Sales
Heredia y en su presencia, Becerra Godínez abofeteó a Cabrera Alfaro y le lanzó
en la cara una taza que el procurador utilizaba como portalápices.
De militancia perredista
al lado de Andrés Manuel López Obrador, en 2012 Sales Heredia ordenó a Cabrera
Alfaro trasladar a la ciudad de México varios vehículos decomisados en Campeche,
en apoyo a la campaña presidencial del tabasqueño.
Sin embargo, a
principios de 2013, invitado por el procurador general de la República, Jesús
Murillo Karam, a colaborar con él en el nuevo Gobierno Federal, Sales Heredia
renunció al cargo de procurador de Campeche para ocupar la Subprocuraduría
Regional de Control de Procesos Federales y Amparo en la PGR.
A pesar de todos
sus antecedentes, en esa nueva encomienda Sales Heredia volvió a cargar con
Cabrera Alfaro.
Un día, un ex
compañero en la Cámara de Diputados alertó a Murillo Karam de la desastrosa
gestión de Sales Heredia al frente de la Procuraduría de Campeche.
“Has estado
engañado respecto a Renato”, le dijo, y al poco tiempo Sales Heredia fue
removido sorpresivamente de su cargo en la PGR y fue entonces que el Presidente
Peña Nieto decidió nombrarlo nuevo zar nacional antisecuestros.
Ahora, desde la
oficina de la Coordinación Nacional de Combate al Secuestro, Cabrera Alfaro opera
políticamente a favor del ex procurador campechano.
Cabrera Alfaro organiza
reuniones de Sales Heredia con grupos de la sociedad campechana con la mira
puesta en la candidatura del PRI a la gubernatura de Campeche, a pesar de que nunca
ha sido priísta.
Para ello cuenta
con el apoyo del secretario de Gobierno, Roberto Sarmiento Urbina, quien ignora
que fue Sales Heredia quien filtró a la prensa que no aprobó los exámenes de la
Prueba de Control de Confianza.
Así, sin que nada
importe ni enturbie su relación, desde hace una década Sales Heredia y Cabrera
Alfaro permanecen juntos y se convirtieron en una pareja inseparable.
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