jueves, 21 de agosto de 2014

Solapa Renato Sales corrupción en PGJE


Solapa Renato Sales

corrupción en PGJE

 

Por Luis Armando Mendoza Leciano.

 

En su paso como procurador de Campeche, de 2009 a 2013, Renato Sales Heredia solapó actos de corrupción en perjuicio de los erarios estatal y federal.

En esos tres años, en la Procuraduría General de Justicia del Estado se desviaron recursos estatales y federales, desaparecieron equipos y hasta vehículos decomisados.

Según un reporte oficial, el responsable de esas anomalías es Roberto Cabrera Alfaro, un tipo al que Sales Heredia trajo de la ciudad de México y al que otorgó poder absoluto en la Procuraduría General de Justicia del Estado, al grado de que todos, incluidos los subprocuradores tenían que rendirle cuentas.

Incluso cuando Sales Heredia acordaba con cualquier funcionario de la PGJE Cabrera Alfaro tenía que estar presente.

Cabrera Alfaro hizo y deshizo en  la PGJE, al grado de que dispuso a su antojo de los recursos de la PGJE para el supuesto pago de servicios a “informantes”, e incluso de fondos federales aportados por la Secretaría de Gobernación, entre ellos del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), del Subsidio para el Otorgamiento de Apoyo a las Entidades Federativas en Materia de Seguridad Pública (PROASP) y del Subsidio a las Entidades Federativas para el Fortalecimiento de sus Instituciones de Seguridad Pública en Materia de Mando Policial (ASP).

También, Cabrera Alfaro simulaba contratar la impartición de cursos por los cuales la PGJE pagaba cientos de miles de pesos a la empresa Valfoy S.A. de C.V.

En ese negocio estaban involucrados otros funcionarios de la Procuraduría y aunque esas irregularidades fueron detectadas incluso en auditorías practicadas por la Secretaría de la Contraloría, nunca pasó nada, ya que Sales Heredia defendió siempre a Cabrera Alfaro.

Poder tras el trono con Sales Heredia, Cabrera Alfaro tenía facultades para autorizar supuestos operativos policiacos que nunca se realizaban, pero por los cuales disponía también de cientos de miles de pesos sin comprobar.

Asimismo, cada mes Cabrera Alfaro desviaba mensualmente 350 mil pesos en vales de gasolina que cambiaba en efectivo en una gasolinería cercana a la PGJE, mediante el pago de una comisión del 10 por ciento del monto total.

Además, Cabrera Alfaro sustrajo decenas de artículos de la bodega de bienes decomisados de la PGJE, ubicada en el barrio de San Román.

Todavía más, en 2012 Cabrera Alfaro fue detenido por militares en el aeropuerto de la ciudad de México cuando viajaba con una maleta con 600 mil pesos que no pudo justificar, así como equipo reservado para uso del Ejército en tareas de espionaje e intervención telefónica.

En esa ocasión, Cabrera Alfaro se identificó, sin serlo, como secretario particular del procurador de Campeche, y Sales Heredia intercedió ante un alto mando del Ejército para que fuera dejado en libertad.

Cabrera Alfaro operaba desde una oficina denominada Unidad Piloto, establecida en un edificio ubicado en el Circuito Baluartes entre las calles 8 y 10 del centro histórico de la ciudad de Campeche.

Ahí, a pesar de que la PGJE no contaba con suficiente personal, Cabrera Alfaro disponía de 30 elementos para sus asuntos personales.

Cabrera Alfaro vivía en una vivienda rentada, pero tenía además a su disposición otras tres casas que no se sabe a ciencia cierta para que las utilizaba, una en el fraccionamiento Bosques de Campeche, dotada con cámaras de vigilancia, otra en el fraccionamiento Bugambilias y una más en un fraccionamiento cercano a la Secretaría de Seguridad Pública, en la esquina de la avenida Lázaro Cárdenas.

Dicen algunas personas que lo conocen y han trabajado con él, que Cabrera Alfaro es un tipo capaz de matar para alcanzar sus objetivos.

A Cabrera Alfaro se vio involucrado, en 2010, con la muerte del taxista José Luis Flores Rosado, quien había sido sometido a tortura en los separos de la Subprocuraduría de Justicia con sede en Ciudad del Carmen, y por la cual fue destituido el entonces subprocurador Eric Cícler Zavala.

Por el homicidio de Flores Rosado se abrió la averiguación previa CAP-0419/9ª/2010, pero el procurador Sales Heredia ordenó que en la misma no se mencionara a Cabrera Alfaro, a pesar de que fue uno de los directamente involucrados en la tortura del taxista.

En el caso sólo se responsabilizó a cuatro agentes judiciales, tres de los cuales están en prisión y uno más se encuentra prófugo.

De comportamiento siniestro, hablar lento y mirada perdida, Cabrera Alfaro realizaba labores de espionaje contra los campechanos, incluidos funcionarios públicos y políticos, que viajaban por vía aérea desde Campeche.

Para ello, Cabrera Alfaro enamoró a una empleada del área de boletaje de Aeroméxico, quien le informaba todos los días quiénes viajaban. Era su “modus operandi” para saber los pasos de los políticos campechanos.

De todas esas irregularidades tuvo conocimiento el procurador Sales Heredia, pero nunca hizo nada y Cabrera Alfaro gozó de total impunidad.

 

Una pareja inseparable

 

Hace aproximadamente una década, Renato Sales Heredia conoció a Roberto Cabrera Alfaro y, desde entonces, nunca se han separado.

Por el contrario, su relación es tan fuerte que ahora Cabrera Alfaro funge en Campeche como el “operador político” que impulsa las aspiraciones políticas del zar antisecuestros.

Sales Heredia conoció a Cabrera Alfaro cuando llegó a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, al ser nombrado subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales por el entonces jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador.

Sin preparación académica y sin haber sido nunca empleado de la PGJDF, Cabrera Alfaro fungía como informante o “madrina” de esa corporación, pero a la llegada de Sales Heredia pasó a ser una especie de ayudante en el área de fotocopiadoras. Sin embargo, en la Dirección de Recursos Humanos de la PGJDF no existe ningún antecedente laboral de Cabrera Alfaro.

Unos años después, en 2009, invitado por el nuevo gobernador de Campeche, Fernando Ortega Bernés, a integrarse a su gabinete como procurador de Justicia, Sales Heredia trajo con él a Cabrera Alfaro, a quien convirtió en su hombre fuerte, pero sin figurar en la nómina de la PGJE durante más de un año debido a que carecía de toda documentación.

Fue hasta un año más tarde cuando fue dado de alta como empleado de la PGJE por la Secretaría de Administración e Innovación Gubernamental del Gobierno del Estado, a pesar de no presentar ningún documento, por lo que tampoco existe ningún antecedente laboral de Cabrera Alfaro.

En la Procuraduría General de Justicia del Estado nada se podía hacer sin la autorización de Cabrera Alfaro, lo que generó conflictos con otros funcionarios de la corporación.

A él se atribuye la remoción de los entonces subprocuradores Miguel Angel Chuc López y José Antonio Cotaya Cambranis, así como de la renuncia, en diciembre de 2012, de la Directora General Técnica Administrativa, Verónica Becerra Godínez, quienes se opusieron a las decisiones arbitrarias y las irregularidades administrativas de Cabrera Alfaro.

Los conflictos al interior de la PGJE llegaron a tal grado que en el mismo despacho de Sales Heredia y en su presencia, Becerra Godínez abofeteó a Cabrera Alfaro y le lanzó en la cara una taza que el procurador utilizaba como portalápices.

De militancia perredista al lado de Andrés Manuel López Obrador, en 2012 Sales Heredia ordenó a Cabrera Alfaro trasladar a la ciudad de México varios vehículos decomisados en Campeche, en apoyo a la campaña presidencial del tabasqueño.

Sin embargo, a principios de 2013, invitado por el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, a colaborar con él en el nuevo Gobierno Federal, Sales Heredia renunció al cargo de procurador de Campeche para ocupar la Subprocuraduría Regional de Control de Procesos Federales y Amparo en la PGR.

A pesar de todos sus antecedentes, en esa nueva encomienda Sales Heredia volvió a cargar con Cabrera Alfaro.

Un día, un ex compañero en la Cámara de Diputados alertó a Murillo Karam de la desastrosa gestión de Sales Heredia al frente de la Procuraduría de Campeche.

“Has estado engañado respecto a Renato”, le dijo, y al poco tiempo Sales Heredia fue removido sorpresivamente de su cargo en la PGR y fue entonces que el Presidente Peña Nieto decidió nombrarlo nuevo zar nacional antisecuestros.

Ahora, desde la oficina de la Coordinación Nacional de Combate al Secuestro, Cabrera Alfaro opera políticamente a favor del ex procurador campechano.

Cabrera Alfaro organiza reuniones de Sales Heredia con grupos de la sociedad campechana con la mira puesta en la candidatura del PRI a la gubernatura de Campeche, a pesar de que nunca ha sido priísta.

Para ello cuenta con el apoyo del secretario de Gobierno, Roberto Sarmiento Urbina, quien ignora que fue Sales Heredia quien filtró a la prensa que no aprobó los exámenes de la Prueba de Control de Confianza.

Así, sin que nada importe ni enturbie su relación, desde hace una década Sales Heredia y Cabrera Alfaro permanecen juntos y se convirtieron en una pareja inseparable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario