martes, 2 de septiembre de 2014

Marca corrupción gestión de Renato como procurador


 

+ Salen a la luz más anomalías cometidas por Roberto Cabrera Alfaro, el hombre fuerte del ex procurador campechano

 

+ Consintió Sales Heredia desvíos de millonarios recursos mediante la simulación de compra de equipos y armamento.

 

Por Luis Armando Mendoza Leciano.

 

Con Renato Sales como procurador, en la Procuraduría General de Justicia del Estado no sólo permeó la corrupción, con su conocimiento y consentimiento, sino que se ocultaron casos de secuestro y el hallazgo de una narcofosa en la que fueron encontrados al menos ocho cuerpos, además de que se utilizaron “chivos expiatorios” para resolver sonados casos de homicidio.

Incluso, Renato Sales engañó al gobernador Fernando Ortega Bernés, a quien hizo creer la adquisición de equipos que en realidad fueron donaciones a la PGJE, como es el caso de una unidad móvil de detección con rayos X, donada por la PGR.

El jueves 30 de marzo de 2011, en el marco de la Décima Primera Sesión Ordinaria del Consejo Estatal de Seguridad, efectuada en el Centro de Convenciones Carmen XXI, el gobernador Fernando Ortega Bernés, puso en operación una unidad móvil de detección con rayos X, con la más alta tecnología, con un valor superior a los 23 millones de pesos,  así como equipamiento por más de seis millones de pesos en materia de radiocomunicación, un detector molecular de drogas, de bombas y explosivos y equipos de protección para los elementos de seguridad  pública.

En esa reunión, en presencia del gobernador Ortega Bernés, Sales Heredia informó que la unidad móvil de detección con rayos X había sido adquirida por la Procuraduría General de Justicia del Estado.

En realidad, ese equipo había sido donado a la PGJE por la Procuraduría General de la República mediante la firma de un convenio.

Incluso, en el evento, en el que tomó protesta a los integrantes del Consejo Consultivo Ciudadano de Seguridad Pública, el gobernador Ortega Bernés agradeció públicamente al titular de la PGR, “por su respaldo invaluable, para poder poner en funcionamiento a partir del día de hoy, una unidad  móvil de detección con rayos X, con la más alta tecnología, con un valor superior a los 23 millones de pesos”.

Poco más tarde, el mandatario estatal hizo entrega de equipos de radiocomunicación, de un detector molecular de drogas, bombas y explosivos, así como equipos de protección para los elementos de seguridad pública.

Ahí, el gobernador Ortega Bernés recibió una explicación de los alcances y características de la unidad móvil de detección con rayos X que se pondría en operación y que el procurador Sales Heredia había dicho que fue adquirida mediante una inversión de cinco millones de pesos.

La explicación sobre la operación y funcionamiento de esa unidad móvil estuvo a cargo de Roberto Cabrera Alfaro, a quien Sales Heredia convirtió en el poder tras el trono en la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Lo cierto es que el camión detector de rayos X nunca operó y poco tiempo después fue desmantelado en el taller Reparaciones Diesel, S.A. de C.V. (Rediesa), ubicado en la colonia El Guanal, en la zona conocida como La Puntilla, en Ciudad del Carmen, propiedad de Ernesto “Pimpi” Manjarrez Alegría, pariente cercano de Sales Heredia.

El envío de la unidad móvil a ese taller para su desmantelamiento fue reportado a la Dirección General Técnica Administrativa de la PGJE, a cargo de la licenciada Verónica María Becerra Godínez, por el entonces titular de la Subprocuraduría con sede en Ciudad del Carmen, Daniel Martínez.

Sin embargo, lo más grave es que la unidad móvil de rayos X está dotada de una cápsula radiactiva, que puede ser peligrosa si no se tiene experiencia en su manejo, además del riesgo que representa para la población.

En los tiempos de Renato Sales al frente de la PGJE se dieron otras muchas irregularidades, como el cambio del tipo de armamento y la adquisición, a precios inflados, de armas tipo Beretta en lugar de las Glock que se habían utilizado siempre y que, según expertos en armas, eran más adecuadas para el tipo de trabajo, además de que su costo es menor.

Sospechosamente, poco antes de la compra de ese nuevo armamento se registró un incendio en la armería de la PGJE, en el que armas cortas y largas, fornituras, chalecos antibalas, cascos y escudos de protección quedaron reducidos a cenizas. Extrañamente nunca se informó oficialmente las causas del incendio.

Aunque durante la gestión de Renato Sales siempre se negó la existencia de casos de secuestro, la verdad es que tan sólo en 2012 se registraron un total de 12 casos que nunca se dieron a conocer.

Sin tener un cargo específico en la PGJE ni experiencia policiaca, Roberto Cabrera Alfaro intervenía en todo, hasta en los operativos que realizaba la Policía Ministerial.

Debido a eso un agente del área de Inteligencia, sin experiencia en operativos policiacos, fue herido en un enfrentamiento armado, en un operativo mal planeado por Cabrera Alfaro.

El enfrentamiento armado ocurrió en la colonia 23 de Julio, en Ciudad del Carmen, en donde fue descubierta una narcofosa en la que se encontraron por lo menos ocho cuerpos que jamás fueron identificados.

Desde que Sales Heredia rindió protesta ante el Congreso del Estado como procurador de Campeche, Cabrera Alfaro fue como su sombra, siempre estaba detrás de él.

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