Crónica de un informe
De verónicas, chicuelinas y estocada
Por Luis Armando Mendoza Leciano.
En términos taurinos, para el diputado
federal Alejandro Moreno Cárdenas fue una tarde redonda. Cosechó rabo y orejas,
dio la vuelta al ruedo y sólo faltó que saliera en hombros, como los toreros cuando
el juez de plaza les otorga el triunfo. Picó y picó al toro hasta que se le
entregó y pudo meter la estocada final.
Fue diestro con las “verónicas”, como
cuando reconoció a “mi hermano, el
senador Raúl Pozos Lanz”, a “mi amiga Aracely Escalante Jasso” o a “mi amigo
Renato Sales Heredia”.
Pero más diestro fue con las
“chicuelinas”, como cuando dijo que “quien navega sin rumbo no llega a ningún
lado”.
O cuando dijo: “para conseguir lo que
nunca se ha conseguido, tenemos que hacer lo que nunca se ha hecho”.
O cuando apuntó que “sólo acabando bien
la tarea de hoy, se puede hacer otras tareas”. Y el respetable público lo
premió con aplausos.
Ahí estaban todos, juntos pero no revueltos,
los que tenían que estar y hasta los que no.
En primera fila los exgobernadores,
entre ellos el décano Don Carlos Pérez Cámara, considerado el tótem de la
política campechana. Junto a él, Jorge Salomón Azar García y, lejos, al otro
extremo, por aquello de sus desavenencias personales, José Antonio González
Curi, con las ausencias notorias de Abelardo Carrillo Zavala y Jorge Carlos
Hurtado Valdez.
También en primera fila, la alcaldesa
Ana Martha Escalante Castillo, el senador Raúl Pozos Lanz, la directora general
del INAPAM, Aracely Escalante Jasso, y el zar antisecuestros, Renato Sales
Heredia, los otros que la querían y se quedaron ya en el camino.
Y previo al evento, repartición de
abrazos, palmadas en la espalda y besos en la mejilla, todos contra todos, como
grandes amigos, sin importar en qué bando estás, como muestra de la unidad
priísta a la que el diputado federal Alejandro Moreno Cárdenas hizo alusión en
su discurso, cargado de mensajes políticos.
Eran las 12:14 horas cuando Rocío Abreu,
Elvia Pérez, Landy Berzunza y Alejandro Moreno arribaron al salón del Centro de
Convenciones acompañados de Manlio Fabio Beltrones y Silvano Aureoles.
El maestro de ceremonias anunció
entonces la presencia de los cuatro diputados federales y Rocío, Elvia y Landy
recibieron el aplauso de los asistentes, pero la ovación fue estruendosa cuando
nombró a Alejandro Moreno Cárdenas, quien se mantuvo ecuánime sentado por unos
segundos, pero se vio obligado a ponerse de pie para agradecer el tributo de
aplausos generalizado. Era apenas la primera de varias ovaciones que le
prodigarían sus correligionarios priístas en las poco más de dos horas que duró
el evento.
Y siguieron los abrazos, palmadas y
besos por 15 minutos más hasta que el maestro de ceremonias anunció, --primero
las mujeres--, la presentación de Landy Berzunza, quien en 12 minutos leyó su
informe y al bajar del podio dio un mal paso y tuvo que hacer equilibrio para
no caer al suelo.
Superado el susto, inició la proyección
de un video de 10 minutos con un resumen de su trabajo de gestión, que fue
aprovechado por las porras contratadas por Edgar Hernández, el presidente del
Congreso local.
Tocó el turno a la diputada Elvia María
Pérez, quien rindió su informe al mismo tiempo que en las pantallas gigantes se
proyectaba imágenes de su labor legislativa, y agradeció a “Tony”, su esposo el
exgobernador de Campeche, “por acompañarme siempre en los momentos más
importantes de mi vida”.
Tercera en el orden, Rocío Abreu inició
su informe con la proyección de un video de siete minutos y después leyó su
mensaje en el que hizo un reconocimiento, el primero de varios que recibió
durante todo el evento, al senador Raúl Pozos.
Eran ya las 13:35 horas cuando se
anunció la participación del diputado federal Alejandro Moreno Cárdenas, quien
subió al podio, pero una nueva ovación estruendosa le impidió comenzar la
lectura de su informe.
Se dejó querer y esperó paciente para
iniciar la lectura con agradecimientos a la significativa presencia de
Guillermo Vergara Martínez, el representante personal del presidente Enrique
Peña Nieto, a “mi hermano el senador Raúl Pozos Lanz”, a Manlio Fabio
Beltrones, “un campechano que no nació acá, pero que en Campeche lo queremos
como si hubiera nacido acá”.
Agradeció a sus padres, a sus hermanos,
a su esposa Christelle y a sus dos hijos, Alejandro y Rafael, y aprovechó para
anunciar que un tercero viene en camino, lo que provocó que la señora de Moreno
se sonrojara.
Alejandro Moreno significó que su
informe era una rendición de cuentas “del trabajo que ustedes me encargaron hacer
en la Cámara de Diputados”, y subrayó que “sólo acabando bien la tarea se
pueden hacer otras tareas”.
No podía faltar, y no faltó, el
reconocimiento al “valiente y democrático presidente Enrique Peña Nieto” y a
“mi amigo el gobernador Fernando Ortega Bernés”.
Significativa fue también la presencia
del perredista Silvano Aureoles, presidente de la mesa directiva de la LXII
Legislatura de la Cámara de Diputados, así como de Ivonne Ortega Pacheco,
secretaria general del CEN del PRI.
Mientras Rocío, Elvia, Landy y Alejandro
rendían sus informes, en pantallas gigantes se proyectaban imágenes de la
concurrencia que abarrotó las sillas y gradas colocadas para el evento.
Tomas indiscretas permitían ver de todo,
desde el gesto emocionado del gobernador Fernando Ortega por los
reconocimientos públicos que le brindaron Landy, Elvia, Rocío, Alejandro,
Manlio Fabio Beltrones y Silvano Aureoles, hasta “El Colado” Miguel Sulub, que
aprovechaba cada ocasión que las cámaras enfocaban a Manlio Fabio para asomarse
desde el asiento de atrás y colarse en el video.
Habló de la unidad de los priístas que
juntos han logrado muchas cosas y juntos pueden lograr muchas más, frente a los
tiempos de sueños y esperanzas y de retos y desafíos que se viven.
Y, para que no quede dudas de lo que
hablaba, remató: “Tengo claro cuál es el camino y juntos vamos a lograrlo”. Y,
entonces sí, el aplausómetro reventó.
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